Todo lo que debes saber sobre la dieta macrobiótica

La macrobiótica, una dieta desarrollada por el escritor estadounidense-japonés George Othsawa, se basa en la filosofía china del yin y el yang. Según esta filosofía, los alimentos se clasifican en categorías de yin y yang según su sabor, propiedades y efectos. 

Los alimentos yin representan el poder femenino y se caracterizan por la oscuridad, el frío y la serenidad, mientras que los alimentos yang representan la fuerza masculina y se caracterizan por la luz y la agresión.

Los alimentos en la dieta macrobiótica

Los alimentos con alto contenido de yin incluyen azúcar, té, alcohol, café, leche, yogur y la mayoría de las hierbas y hierbas. Los alimentos yang incluyen carnes rojas, aves, pescado, mejillones, huevos, quesos duros y sal. La dieta macrobiótica recomienda consumir alimentos que contengan un equilibrio armonioso de yin y yang, como granos integrales, frutas frescas, nueces, semillas, vegetales de hojas y legumbres como frijoles, guisantes o lentejas.

Características y ventajas de la dieta macrobiótica

La dieta macrobiótica también es baja en calorías, rica en grasas y rica en fibra, lo que la convierte en una opción saludable para controlar el colesterol y la presión arterial, reducir el riesgo de obesidad y prevenir enfermedades cardíacas y cáncer. 

Sin embargo, es importante tener en cuenta que la dieta macrobiótica no es adecuada para todos, incluyendo niños, pacientes, personas con necesidades dietéticas especiales y mujeres embarazadas, ya que sus formas extremas pueden provocar deficiencia de vitamina B12, vitamina D y hierro.

La dieta macrobiótica también hace hincapié en la forma en que se prepara y se consume la comida. Se recomienda evitar el uso del microondas y solo comer cuando se tiene mucha hambre. Al comer, es importante mantener una postura erguida y masticar bien los alimentos. Además, se sugiere mantener un hogar limpio, especialmente en la cocina.

La nutrición macrobiótica se divide en siete niveles. El primer nivel está representado por cereales integrales como el arroz integral, la avena, la cebada, el trigo y el trigo sarraceno. El segundo nivel incluye verduras como el repollo, el brócoli, la col rizada, las hojas de nabo y las hojas de mostaza, entre otros. Las legumbres, las sopas y las algas marinas se ubican en otros niveles. Las frutas frescas de temporada son recomendadas en la dieta macrobiótica, aunque se debe prestar atención especial a los cítricos.

La ingesta de líquidos es importante en la dieta macrobiótica. Se recomienda el consumo de agua filtrada y tés de hierbas como el té de jengibre, el té de manzanilla y el té de menta. Las semillas, frutos secos y pescado también son importantes en la dieta macrobiótica. Las semillas de calabaza, las semillas de sésamo, las avellanas, las almendras y las nueces son opciones saludables.